La visita que, acompañados de nuestro socio de honor Juan Diego Flórez, hicimos a la tumba de Alfredo Kraus en el cementerio de Vegueta de Las Palmas, con ocasión de nuestro viaje a dicha ciudad para asistir al debut de Flórez en el papel de Nadir en la ópera de Bizet «Los pescadores de perlas», dentro de la temporada de ópera que se desarrolla en el Teatro Pérez Galdós organizada por los Amigos Canarios de la Ópera (ACO), ha tenido una gran repercusión mediática en la prensa y televisión canarias, así como en otros diarios nacionales, incluido La Nueva España. Clikando en las palabras en azul se accede a las noticias.
La expectación que despertó el hecho fue notable, una vez que se avisó a los medios a través de la oficina de prensa de la ACO, parte de cuyos directivos estuvieron en el acto con su presidente Juan de León al frente. Igualmente estuvieron presentes en la ofrenda Francisco Kraus, hermano del tenor y también socio de honor, junto con otros amigos de Las Palmas. Juan Diego fue el encargado de colocar las flores al pié de la estatua que está colocada en la cabecera de la tumba del tenor, donde reposan también los restos de su esposa Rosa Ley Bird. La estatua es copia única de la que está colocada en Almería al lado del Auditorio Municipal Maestro Padilla en la Plaza que lleva el nombre de Alfredo Kraus, obra de Lourdes Umérez, y en ella el tenor aparece caracterizado como Wherter, uno de sus papeles fetiche.
Los restos de Kraus y su mujer fueron trasladados en octubre del año 2009 al cementerio de Las Palmas desde el de Boadilla del Monte, donde reposaban desde sus respectivos fallecimientos en 1999 y 1997. La iniciativa partió de la familia y contó con el concurso económico del Ayuntamiento de Las Palmas y del Cabildo Insular, que asimismo cedió un inmueble en Las Palmas para su rehabilitación y conversión en sede de la Fundación Internacional Alfredo Kraus.
Con ocasión del anterior viaje de la asociación a Las Palmas en marzo del año 2010 para asistir a una representación de La Sonámbula, también depositamos ante su tumba un ramo de flores. En aquella ocasión estuvimos acompañados por los tenores Aurelio Gabaldón, alumno predilecto de Kraus, y el tinerfeño Celso Albelo, protagonista de las funciones de La Sonámbula.