La crisis se nota hasta en nuestros viajes. Sólo once viajeros partimos en dirección a Las Palmas vía Madrid el sábado, 16 de junio, desde Ranón y Bilbao, uniéndosenos en Barajas otros componentes del grupo. El viaje transcurrió sin novedad y mas o menos a la hora prevista nos encontramos en el Hotel Cristina, en la Playa de Las Canteras, donde nos acomodamos y tomamos el primer contacto con la zona.
Tras cenar algo temprano la mayoría de los viajeros nos acercamos al Auditorio Alfredo Kraus para asistir a un concierto protagonizado por Patricia Kraus, hija del tenor, que sorprendió por su fuerza y calidad a los que no conocían a la artista, que en los últimos años ha enfocado su carrera por el «soul», el «jazz» y peculiares arreglos de temas «standar» y «pop», junto con composiciones propias. No faltó también una versión muy personal del aria de Los pescadores de perlas «Je crois entendre encore». En el concierto saludamos a su hermana Rosa, que nos había reservado previamente las entradas, y conocimos a su otra hermana, Julia, residente en Milán. Igualmente nos reencontramos con Francisco Kraus y con nuestro también viejo amigo Eduardo Lucas, el cual, como nosotros, había viajado a Las Palmas para asistir al debut de Juan Diego Flórez en Los pescadores de perlas.
Al día siguiente el grupo se dividió en varios frentes, visitando la isla unos, recorriendo la ciudad otros, e incluso algunos viajando a Lanzarote para conocer tan sorprendente isla. La mañana del lunes también se dedico al turismo y nuestro presidente se acercó a las oficinas de los Amigos Canarios de la Ópera a recoger las entradas de la función de la tarde. Junto con el Vicepresidente de la asociación gemela de Bilbao, José Solano, y su mujer, compartió posteriormente mesa y mantel con Francisco Kraus en el Club Naútico de Las Palmas.
La función en el Teatro Pérez Galdós comenzaba a las ocho y media, por lo que muchos se acercaron antes al teatro con el fin de ver parte del primer tiempo del España-Croacia. En el descanso de la ópera nos enteramos de la victoria de España. Los Pescadores de Perlas que vimos en el Pérez Galdos fueron una representación muy agradable, con una notable dirección musical de Ives Abel y correcta escenografía de Mario Pontiggia, y en la que los coros fueron de menos a mas. Vocalmente los intérpretes estuvieron a buen nivel, destacando la Leila de Patricia Ciofi, que rivalizó en aplausos con la superestrella Flórez.
El martes fue día de muchas emociones. Acompañados por Francisco Kraus, comenzamos con la visita a la zona vieja de Las Palmas, el barrio de Vegueta, donde se encuentra la casa natal de los Kraus, hoy museo Casa Colón, el cual visitamos con especial atención a la habitación, hoy integrada en el salón de actos del museo, donde nacieron los Kraus. Tras recorrer la Plaza de la Catedral y alrededores nos acercamos al cercano cementerio de Las Palmas para hacerle una ofrenda floral a nuestro admirado Alfredo Kraus. Estuvimos acompañados por Juan Diego Flórez, al cual habíamos previamente invitado y que como Socio de Honor de nuestra asociación fue quién depositó el ramo de flores a los pies de la estatua del tenor que preside su tumba y la de su esposa Rosa. Además de Paco Kraus, directivos de la ACO, con su presidente Juan de León a la cabeza, y otros amigos nos acompañaron en el acto, que tuvo un seguimiento mediático importante. Juan Diego estuvo muy amable con los miembros de la Asociación saludándolos a todos uno por uno y haciéndose fotos con todos los que se lo pidieron además de con el grupo entero.
Una típica comida canaria en el Restaurante «El Herreño» dio fin a la jornada matutina.
Por la tarde muchos del grupo se acercaron a oír la conferencia que Francisco Kraus impartió bajo el título «La escuela de canto italiana antigua» en los salones de la Real Sociedad Económica de Amigos del Pais, tras la que compartimos cena de despedida con el entrañable Paco Kraus y su hija Nelita.
Al día siguiente dedicamos las últimas horas en Las Palmas a hacer las compras de última hora y a las dos y veinte partimos para el aeropuerto. Un retraso de mas de una hora en la salida de nuestro vuelo casi nos impide tomar el enlace en Barajas para Asturias, lo que hicimos «in extremis» llegando luego sin novedad a Ranón y a los puntos de destino. Fin del viaje.